El correcto almacenamiento de alimentos es un reto constante al que se enfrentan todos los restaurantes. En estos negocios, donde la cantidad de productos alimentarios que se utilizan cada día es elevada, saber almacenar y conservar los alimentos debidamente, especialmente los perecederos, es fundamental.

Conocer la importancia del correcto almacenamiento de alimentos en un restaurante no sólo ayuda a evitar contaminaciones, sino también pérdidas económicas significativas. Al fin y al cabo, cada vez que un restaurante tiene que tirar un alimento a basura por encontrarse en mal estado, está perdiendo dinero.

A todo ello se suma la posibilidad de poner en riesgo la reputación de tu restaurante si llegara a producirse una intoxicación, además de sufrir multas o incluso una orden de cierre por infringir la regulación sanitaria.

Si quieres mantener tu restaurante lejos de estos riesgos, te recomendamos seguir leyendo para conocer las buenas prácticas para el almacenamiento de alimentos en un restaurante.

¿Cómo hacer un buen almacenamiento de alimentos en restaurantes?

Desafortunadamente, son numerosas las formas en las que se puede contaminar un alimento, por lo que se necesita un poco de cuidado para mantener la calidad de los productos y asegurar la buena salud de tus clientes.

Por ello, es fundamental que los profesionales de la hostelería sean precavidos con el almacenamiento de alimentos, pensando en los tipos de alimentos que tratan y cómo deben ser almacenados.

Estas son algunas claves útiles a la hora de almacenar alimentos, para optimizar este proceso en tu restaurante:

1. Adecúa el espacio de almacenamiento

Debemos asegurarnos de que el espacio destinado al almacenamiento de alimentos se encuentre siempre limpio y con una ventilación adecuada, además de contar con la iluminación y la temperatura recomendada para lo que se está almacenando.

El lugar de almacenamiento se debe desinfectar de forma regular. Se recomienda la desinfección diaria, además de una limpieza y desinfección más profunda al menos una vez a la semana para evitar posibles plagas.

Además, debemos revisar periódicamente que el suelo, las paredes y el techo se encuentren libres de infiltraciones o problemas estructurales que pueden comprometer la seguridad de este espacio.

2. Presta atención al embalaje

Cuando retiramos el envase secundario de un alimento, debemos identificar el nombre, el fabricante, las fechas de fabricación y caducidad y el lote.

Además, hay que tratar de conservar siempre los envases en buen estado, prestando especial atención a que no provoquen ningún tipo de contaminación en contacto con los alimentos. Se recomienda no guardar cajas o envases de madera en el espacio de almacenamiento de alimentos, ya que son más difíciles de desinfectar.

Sistemas como el envasado al vacío pueden ser de gran ayuda para alargar la vida útil de los alimentos, aprovechar al máximo el espacio disponible en el almacén y optimizar la eficiencia en el inventario.

3. Cuidado con el apilamiento

Si apilas productos en el almacén, asegúrate de situar los alimentos en función de su peso. Es decir, los más pesados abajo y los más ligeros arriba para no comprometer la calidad de los productos.

Se recomienda que las baldas se encuentren a 25 cm del suelo y 60 cm del techo como mínimo.

Además, los alimentos crudos como el pescado, las aves y los huevos deben almacenarse lejos de otros, ya que son fuentes comunes de bacterias.

Para evitar problemas de insectos, los productos enlatados no deben apilarse junto a granos y cereales.

4. Mantén el almacén ordenado

El orden de almacenamiento de los alimentos debe ser aquel que favorezca su consumo en un tiempo adecuado, para evitar la pérdida de alimentos por la fecha de caducidad.

Mantener el almacén de tu restaurante ordenado impacta directamente en la eficiencia de tu equipo, por lo que conviene dedicar un tiempo semanalmente a organizarlo adecuadamente.

Por regla general, los productos que llegan después van detrás de los que ya estaban allí, manteniendo siempre más accesibles los productos con fecha de consumo más próxima para evitar el desperdicio de alimentos.

5. Atención al almacenamiento de alimentos refrigerados y congelados

A temperaturas muy bajas la acción microbiana es lenta, por lo que los expertos han definido que el rango de enfriamiento por debajo de los 10 °C es el más adecuado. No obstante, existen microorganismos capaces de proliferar incluso por debajo de este rango, por lo que es fundamental conocer las recomendaciones del fabricante.

Los propietarios de restaurantes deben asegurarse de que neveras y congeladores:

• Se encuentran debidamente desinfectados.
• Se están utilizando según las especificaciones adecuadas para su uso.
• Tienen la temperatura adecuada. La temperatura media en congeladores se sitúa en torno a los 18ºC y alrededor de 4ºC en neveras, aunque se puede bajar un poco si la nevera está muy llena.

6. Sigue las recomendaciones del fabricante

Los productos alimenticios que no requieran condiciones especiales de temperatura deben almacenarse siempre de acuerdo con las recomendaciones del fabricante.

7. Cuida la higiene del personal

Es necesario promover las buenas prácticas sanitarias entre todos los empleados de tu restaurante que manipulan alimentos. Algunas recomendaciones básicas son:

• Mantener las uñas limpias y recortadas.
• Llevar el cabello recogido y utilizar un gorro.
• Usar delantal y guantes cuando sea necesario.
• Lavarse siempre las manos con agua y jabón (el gel hidroalcohólico a veces no es suficiente).

¿Por qué es importante el almacenamiento de alimentos en un restaurante?

El almacenamiento adecuado de alimentos es un componente esencial para cualquier negocio de hostelería.

La implementación y el mantenimiento de prácticas adecuadas de almacenamiento de alimentos aumentan la eficiencia de tu restaurante y permiten lograr:

• Capacidad para comprar y mantener un inventario ideal.
• Previsión para comprar productos alimenticios a granel para asegurar el mejor precio.
• Planificación del menú en función de los productos disponibles para reducir el despilfarro.
• Tranquilidad de que aunque haya prisa, el personal de cocina cuenta con los productos que necesita para atender a sus clientes.
• Mejor uso del espacio de la cocina, especialmente si el tamaño del almacén es reducido.

En conclusión, un sistema de almacenamiento de alimentos organizado que todos los miembros del equipo entiendan ayuda a ahorrar dinero y tiempo en tu restaurante.